viernes, 29 de diciembre de 2006

Destino final: Punto de partida

Volveré a los sitios donde nunca he estado
como vuelvo siempre al punto de partida
vendo corazones de segunda mano
y unas zapatillas para huir de prisa
con la conciencia tranquila
con la rabia precisa
miro a todos lados



Después de veintisiete arañazos de piel roja, este ciudadano de pueblo, quiere volver todos los días a sitios donde nunca ha estado, como bien canta, D. Enrique González en su morrisiana canción, En el disparadero. Pero también volver siempre a su punto de partida, como habitualmente hace todos los días, que, dependiendo de su intensa vida social, suele variar entre la franja horaria de las nueve y doce de sus noches, a Casa Remedios.

Quiere volver a esos sitios, donde tras muchos arañazos, siempre volvía en los Agostos de sus calendarios, será también que añora sus arañazos decenarios, cuando atravesaba en un avión de tierra blanquiazul, tierras francesas, en busca de historias para matarse de risa, Pubs con entrada gratuita, rebosando exceso de magia celta, o al menos se lo parecía, a pesar de que sabía de sobra, que esa magía venía importada de nuestra tierra, por D. Manuel Brañas & Cía.

O aquellos primeros besos, que le robaba una chica al anochecer, sentados en un banco al lado de un puerto, sin barcos amarrados, que le parecía el paraíso, hasta que este, se trasladaba a la habitación de una residencia de garçons, donde sus intentos por llegar a la tierra de la felicidad, se estrellaban contra una muralla de catorce abriles. O los desfiles triunfales, por la capital del interceltismo, donde uno se sentía como una estrella de rock and roll, las cenas en Villas Celtas, donde las papeletas azules, eran su pasaporte con licencia para no pagar sus excesos.

Pero este ciudadano, también echa de menos sus arañazos, dónde en un octavo cielo sudamericano, se internaba en un cuarto de dos por dos, buscando con ansias un ventanuco, con la ayuda de una silla, y al otro lado lo sorprendían ladies de la mala vida, despachando sus últimos viajes a la felicidad, ya bien entrada la madrugada, por un par de bolivares. O los interminables botellones, en suites presidenciales, donde su mejor compañía, era un tri yann, tres cacharros y una botella de bourbon de Tennessee, y el ciudadano, al primer viaje intentaba conquistar maletas llenas de desorden.

Pero como suele pasar siempre al final, cuando se acerca el sprint final del viaje, al gallego, le taladra la cabeza, eso que se viene llamando, melancolía, a morriña. El ciudadano empieza a sentirse inquieto, nervioso, deseoso de llegar a esas tierras amarillas de Castilla, que solo significan una cosa, El Padornelo esta a vista de pájaro. Entonces asoma la cabeza por la ventana del avión de tierra, y ya todo se vuelve a la normalidad, bocadillo de jamón en el Mar Rojo, después de ingestas de alimentación para salir del paso. Y súbitamente, el avión empieza a descender, hasta aterrizar, como siempre en el punto de partida, y la cama de Casa Remedios, le invita a soñar ya, con el siguiente Agosto de su calendario.


Estas líneas, sin mucho sentido para su autor, vienen precedidas bajo el influjo de la bossa nova de Doña Cesaria, el rock francés de Elliott y los valses del Huracán Ambulante, y como de costumbre, con un Winston entre sus labios.

lunes, 25 de diciembre de 2006

Discos del siglo XXI (IV)

CARLA BRUNI - Quelqu'un M'a Dit' (2002)

Siguiendo la más pura tradición de la chanson française, Carla Bruni ha sorprendido, a lo largo y ancho de todo el viejo continente, con el lanzamiento de su álbum de debut, un disco que recopila doce gemas de exquisito pop galo.

Guitarra acústica en mano, la italiana desata toda su sensualidad vocal en unas letras que hablan de amor y desamor, reflexiones sobre la condición humana, los recuerdos o el paso del tiempo. Preciosas palabras en francés que ella misma se encarga de firmar y susurrar, del mismo modo que le pertenece la autoría de la mayoría de las partituras de este “Quelqu’un M’a Dit”.

La Bruni apuesta fuerte, y se atreve con un par de versiones. Por un lado, el clásico de Gainsbourg “La Noyée”, que también interpretó en su día Yann Tiersen y, por otro, “Il Cielo In Una Stanza” (que ella traduce, literalmente, como “Le Ciel Dans Une Chambre”) de Gino Paoli, popularizado por Franco Battiato y donde oímos a la ex modelo cantando en su lengua materna, el italiano.

Pero sus melodías, contaminadas de relax, se decoran con letras que van de lo sentimental a lo superfluo. Mientras “L’amour” habla de amor escéptico, “Le Toi Du Moi” es, justo al contrario, un ¡viva el amor! continuo; “Raphaël” tiene una (muy bonita) letra carente de trascendencia y “La Plus Belle Du Quartier” es un sano ejercicio de arrogancia y cinismo a partes iguales, que no merece la pena perder de vista.

La suavidad y el sosiego imperante a lo largo de los casi cuarenta minutos se funden con el halo de tristeza y de melancolía, casi eternas, que sirven de tónica general al álbum. La de Carla Bruni es una dulzura ilimitada e hipnotizadora que la hacen parecer, minuto a minuto, una encantadora compañera de viaje, una perfecta confidente. Su escucha es una bendición, un placer imposible de describir.

Carla Sierra.

NOTA: El próximo 15 de enero de 2007, editará su segundo disco, No Promises, que será interpretado en inglés.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Discos del siglo XXI (III)

EL VIAJE A NINGUNA PARTE.

Este viaje a ninguna parte de Enrique Bunbury puede no tener un destino concreto, pero desde luego tiene un punto de partida del que parece querer alejarse, a veces con maneras de renegado, por todos medios: el rock and roll, el hard rock, el ROCK a secas. Si en algunos pasajes de Flamingos, su anterior LP, si obviamos el proyecto Bushido, la cosa sonaba a fusión entre rock y rollo latino, en este Viaje A Ninguna Parte es el rock el que aparece en segundo plano, dejando paso al tango (Una Canción Triste), el corrido (Por un malnacido), la ranchera, los sonidos pseudo-caribeños (Trinidad), y sí, algunos toques que nos pueden llevar a Estados Unidos, y a su música de raíces, a su "country" (La Señorita Hermafrodita), y a Nueva Orleans (Carmen Jones). Pero como digo, prima todo aquello que suena desde Tijuana hasta Tierra de Fuego.

Avisados quedan pues los fans de Héroes del Silencio: Enrique no sólo no retoma ninguno de los caminos emprendidos por su ex-grupo, sino que se distancia cada vez más de todo aquello, tanto musical, como lírica, como emocionalmente. Al fín y al cabo, hace ya 8 años que la banda firmó el finiquito. Los que han seguido con gusto la carrera en solitario de Bunbury, en especial desde Pequeño hasta hoy, no hay duda de que disfrutarán del viaje que el de Zaragoza propone; aunque quizá, como le ha pasado al que esto escribe, se le haga demasiado largo y piensen que tal vez debió dejar media docena de canciones en la mesa de mezclas. ¿Cuáles? Eso es lo jodido.

Un apartado especial merecen los textos, porque nadie diría que este hombre que hoy nos habla de pulperías, de venganzas amorosas, y de la Serranía redonda de Ronda, es el mismo que firmó La Decadencia o Los Placeres de La Pobreza, el que nos habló de los vacíos inexcrutables del alma y de toda la marimorena. Poco a poco, disco a disco, Enrique se va desprendiendo de adornos florales, de requiebros y piruetas, y se expresa a las claras, como han echo siempre maestros en estas lides como Tom Waits o Leonard Cohen (a los que dedica uno de los párrafos de Los Restos del Naufragio).

El Viaje A Ninguna Parte, es un disco con una calidad que supera con creces la media del mainstream español. Enrique Bunbury, todo un personaje dentro y fuera de los escenarios. Quizá la única verdadera estrella de rock que ha dado este país, con todo lo bueno y todo lo malo que eso conlleva. Un tipo que, como su idolatrado Bowie, picotea de aquí y de allá, hace suyo lo ajeno y acaba superando los originales. Que no se acabe la racha.

Enrique Campos

martes, 12 de diciembre de 2006

Peces de Ciudad


Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.

Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar
y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va,
ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas
para naufragar al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.

En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.

Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va,
ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas
para naufragar al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.


Joaquín Ramón Martínez Sabina

jueves, 7 de diciembre de 2006

Melomanía (III)


LO QUE SE HA DICHO DE BOB DYLAN.

Sin Bob, los Beatles no habrían hecho el Seargent Pepper, los Sex Pistols no habrían hecho God Save the Queen y U2 no habría hecho Pride in the Name of Love.”

"En la música, Frank Sinatra puso la voz, Elvis Presley puso el cuerpo... Bob Dylan puso el cerebro."

Bruce Springsteen

“Bob suena como si sus canciones tuvieran 300 años pero hubieran sido escritas ayer. Lo más importante de Dylan es la poesía que hay en sus canciones, que trascienden su propia música.”

Martin Scorsese

“Bob Dylan y The Band son lo más fuerte que he escuchado en mi vida.”

Marlon Brando

“Su manera de tocar es totalmente híbrida. Musicalmente no tiene sentido para el erudito. Cuando toca el piano, sólo tiene sentido para el que lo oye. Si fueras músico dirías: pero ¿qué estás haciendo? No tiene sentido. Y lo mismo cuando toca la guitarra. Haga lo que haga, es como si tuvieras que esperar un año o dos para coger el punto de poder escucharlo. La primera vez que lo oyes, es inútil. Después reflexionas y te das cuenta de que es perfecto.”

Eric Clapton

“Nada de folkie o poeta. Es la gran bestia del rock and roll.”

Chuck Berry

"Bob Dylan es como Einstein. Como un disparo divino."

Kris Kristofferson

"Bob Dylan es uno de esos personajes que sólo aparecen una vez cada 300 o 400 años."

Leonard Cohen

"Actualmente hay un hueco generacional, porque los chavales de veinte años no tienen "Bobdylanes" de veinte años."

"Cuando lo descubrí fue un deslumbramiento asombroso. Me gusta el caos, no la disciplina, y él era el profeta del caos... Él empezó a hablar de otras cosas, metió la literatura en el rock. Me ha alimentado y me sigue alimentando."

Joaquin Sabina


ALGUNAS CLAVES PARA ENTENDER A DYLAN.

  • Es el artista de rock más importante de la historia.
  • Convidó a los Beatles al primer porro.
  • Nunca repite dos conciertos iguales.
  • Aconsejó a Hendrix: "Cuida las letras, la música se cuida sola".
  • Dejó el formato acústico para reinventar el rock and roll en 1966.
  • En 1966 grabó dos discos considerados entre los más influyentes del rock.
  • En 1977 sólo habló con dos personas: uno era Lennon.
  • Es el Picasso del rock.
  • Según Jagger, es el artista mejor vestido.
  • Además de Keith Richards, sólo se puede confiar en Dylan.
  • A veces ni los más fanáticos reconocen las canciones que canta.
  • Le dio significado al rock & roll: le dio palabras que dicen algo.
  • Dijo Clapton: "Dylan es lo más negro que puede ser un blanco".
  • Para cada gira ensaya 150 temas.
  • Eligió de teloneros a Los Calamaros, después de escuchar Alta Suciedad.
  • No es fácil ver y escuchar un concierto suyo: No es como los Stones, por suerte.
  • No existe un músico que no lo considere principal inspiración.
  • Es el más grande letrista, pero se deja disfrutar sin entenderlo.
  • Canciones inmortales: sus clásicos, la primera época y ......
Mis discos favoritos de Tío Bob: Blonde On Blonde, Blood On The Tracks, Live 1975. The Rolling Thunder Revue.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Pequeñas Obras Maestras (Noviembre)



  • In the Ghetto - Elvis Presley - In the Ghetto

  • Let It Bleed - The Rolling Stones - Stripped

  • Wild World - Cat Stevens - Tea For The Tillerman

  • Essence - Lucinda Williams - Essence

  • Foxy's Folk Faced - Ocean Colour Scene - Marchin' Already

  • Princesa - Joaquín Sabina - Juez Y Parte

  • 6th Avenue Heartache - The Wallflowers - Bringing Down The Horse

  • Save It For A Rainy Day - The Jayhawks - Lost Highway Radio Show

  • In A Little While - U2 - All That You Can't Leave Behind