Se compran corazones de segunda mano y zapatillas para huir deprisa
lunes, 26 de julio de 2010
El que nunca hace nada...
“Raúl se ha inventado solo. Yo no soy su descubridor porque Raúl se descubre él solo. Él se inventó a sí mismo, es de otro planeta. Cuando Raúl toca la pelota el mundo se detiene. Su único rival es y será la historia” Jorge Valdano
Este jugador, por desgracia para él, ha sido un gran goleador, pero nunca ha sabido tener deportividad y respeto a los contrarios, como lo han tenido siempre otros madridistas como Casillas o Zidane. Después de no haber ganado nada como jugador internacional, deja para la historia el arrogante gesto de mandar callar -¿quien se creyó que era para mandar callar a nadie?- dejando buena cuenta de su prepotencia. Obviamente, otros euqipos que entienden mucho mejor la deportividad cuando le endosaron hace no mucho la media docenita en su campo, se ahorraron gestos absurdamente chulescos como ese. Y podían haberlo hecho con muchísimo más motivo. Este jugador nació, creció y se hizo futbolista en un equipo humilde, pero digno e histórico en Madrid, que era el equipo de sus padres. Cuando se puso el unifoeme blanco renegó de ese equipo, lo menospreció en todas las oportunidades que tuvo y hoy, en su despedida, ni siquiera ha tenido una palabra para ellos, cosa que el madridismo razonable y deportivo hubiera entendido y aplaudido. Si su rival es la historia, tiene ese partido completamente perdido. El que escupe al cielo, en la cara le cae. Ojalá tarde mucho en volver.
Me parece que no tienes ni idea de fútbol. Si ha habido un jugador deportivo por excelencia en el fútbol español,ese ha sido Raúl. Creo recordar que no ha sido expulsado en la vida y a diferencia de otros cracks, se dejaba la piel en el campo. Pregúntale a históricos jugadores del Barcelona como Xavi y Guardiola(que por cierto, son amigos de él) sobre la deportividad del mito blanco.
Por cierto, el que renegó de Raúl fue el Atlético, o mejor dicho, Jesús Gil que eliminó las categorías inferiores del club rojiblanco.
Por último, tengo que decirte que la expresión "el que escupe al cielo..", te la puedes aplicar a ti mismo, ya que no hay cosa peor que hablar sin conocimiento de causa creyéndose el amo del lugar.
2 comentarios:
Este jugador, por desgracia para él, ha sido un gran goleador, pero nunca ha sabido tener deportividad y respeto a los contrarios, como lo han tenido siempre otros madridistas como Casillas o Zidane. Después de no haber ganado nada como jugador internacional, deja para la historia el arrogante gesto de mandar callar -¿quien se creyó que era para mandar callar a nadie?- dejando buena cuenta de su prepotencia. Obviamente, otros euqipos que entienden mucho mejor la deportividad cuando le endosaron hace no mucho la media docenita en su campo, se ahorraron gestos absurdamente chulescos como ese. Y podían haberlo hecho con muchísimo más motivo.
Este jugador nació, creció y se hizo futbolista en un equipo humilde, pero digno e histórico en Madrid, que era el equipo de sus padres. Cuando se puso el unifoeme blanco renegó de ese equipo, lo menospreció en todas las oportunidades que tuvo y hoy, en su despedida, ni siquiera ha tenido una palabra para ellos, cosa que el madridismo razonable y deportivo hubiera entendido y aplaudido.
Si su rival es la historia, tiene ese partido completamente perdido. El que escupe al cielo, en la cara le cae. Ojalá tarde mucho en volver.
Me parece que no tienes ni idea de fútbol. Si ha habido un jugador deportivo por excelencia en el fútbol español,ese ha sido Raúl. Creo recordar que no ha sido expulsado en la vida y a diferencia de otros cracks, se dejaba la piel en el campo. Pregúntale a históricos jugadores del Barcelona como Xavi y Guardiola(que por cierto, son amigos de él) sobre la deportividad del mito blanco.
Por cierto, el que renegó de Raúl fue el Atlético, o mejor dicho, Jesús Gil que eliminó las categorías inferiores del club rojiblanco.
Por último, tengo que decirte que la expresión "el que escupe al cielo..", te la puedes aplicar a ti mismo, ya que no hay cosa peor que hablar sin conocimiento de causa creyéndose el amo del lugar.
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