domingo, 27 de mayo de 2007

Ladies and Gentlemen’s… Mr. Van Morrison

Quede dicho desde el principio, que el pasado 19 de mayo, asistí probablemente a uno de los mejores conciertos que veré en vida.

A las cinco y media bajé a Oregon recoger a las Manolitas, teníamos una baja (el camarada de Territorio Comanche, era baja de última hora). A las siete y media ya divisábamos Santiago desde la AP9, esta vez el TDI iba a las manos de una desconocida, pero como en anteriores aventuras, se portó bien. Dejamos el coche en los alrededores, y gracias a las instrucciones de un oriundo, que nos mandó por un atallo, en diez minutos ya estábamos a la entrada del Multiusos.

Nos sentamos en nuestras butacas a las ocho menos diez (otro camarada del Territorio Comanche me había advertido de la puntualidad de Van, de su mal carácter y de de lo corto que se nos haría). Un… Ladies and Gentlemen’s, Mr. Van Morrison por megafonía, sonó a las ocho en punto… jodida puntualidad británica. Lo que vino a continuación fue una hora y media inmensa de jazz, blues, country (mucho country) y rock. Hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto, para mi fue como estar una hora y media en el puto paraíso (si es que existe) y al cuarto tema (creo) ya había cubierto mis expectativas, y si Mr. Van hubiera decidido largarse del escenario al final de ese tremendo Days Like This, me hubiera ido con una sonrisa de oreja a oreja. La banda de nueve músicos que le acompañaba sonó de autentico lujo y sonaron también entre otros, Bright Side Of the Road, Have I Told You Lately, Domino...

Pero lo mejor llegó, cuando sobre las 21:20 Van abandonó el escenario antes de acabar el último tema, para reaparecer al instante tras los primeros acordes de Brown Eyed Girl, en ese mismo instante pusó en pie a todo el Multiusos (cinco mil morrisianos según la prensa gallega). Y como hacen los grandes toreros, para rematar la faena, atacó Gloria para poner el punto y final a esa hora y media de jodida buena música a una audiencia totalmente entregada a Van. Que a título personal me pareció el mejor colofón que Van podía haberle puesto, aunque me quedo clavada la espina de no haber podido escuchar Real Real Gone.

Salimos del multiusos con la anterior citada sonrisa de oreja a oreja, esperando volver a encontrarnos con Mr. Van Morrison, no sin antes haber jodido un indicativo de prensa para el autor de Reinventario. De regreso a casa, a mitad de camino, unos bocatas de tortilla… y con la mente puesta (a ver si no hace falta una tercera vez) en los
Stones.


Escuchando Brown Eyed Girl de Van Morrison

viernes, 18 de mayo de 2007

Kind of Blue

Debió ser en octubre del año 2003, recién diplomado, cuando tras la insistencia del jodido pez espada, entré en Peggy Records, dispuesto a darme un chapuzón en esa música endiablada que nació allá por el año 1916 en el Schiller’s Café de Chicago. Le pregunte al dueño que disco me recomendaba, ya que nunca me había parado a escuchar esta música con el detenimiento que se merece, y era el primer disco que me compraba de jazz. El se dirigió hacía un estante sin mediarme palabra, cogió un cd, se dio la vuelta y me dijo –llévate este (tenía entre sus manos el Kind of Blue), y si en un par de semanas no te convence me lo devuelves, pero te advierto que si no te gusta este disco, mejor que abandones este barco-. Desde estas líneas, quiero agradecerselo nuevamente al pez espada, y bendecir el día en que salí de Peggy Records con el Kind of Blue entre mis manos.

He leído y requeteleído que es uno de los discos más importantes de la música, el disco más importante del jazz, críticas que te dejan sin palabras... Lo único que puedo decir de este disco, es que te engancha a la primera, que no te aburres de escuchar, que puedes pasarte una noche entera escuchándolo una y otra vez acompañado de una cajetilla de winston y una botellita de Jack Daniel's. Y que probablemente todas esas críticas que te dejan sin palabras, habrías matado por firmalas tú.

Y me he preguntado también, porque es tan importante este disco en la historia de la música, y hace un par de meses encontré una respuesta que me gustó… y mucho, “Más allá de ser la constatación del Cool Jazz. Más allá de ser el disco más vendido en la historia del jazz. Más allá de que, por primera vez, aparecieran todos los nombres de los músicos en la portada. Más allá de todo esto, expresa a la perfección el tipo de azul que hay dentro del jazz. Una escucha el disco y pasa por todos los estados de ánimo que han rodeado al maravilloso mundo del jazz. Y es que, el jazz, es mucho más que un tipo de música, es mucho más que un tipo de azul. Se tiene, o no se tiene. Al final de todo, se trata de eso, de tener o no tener "blue", de tener o no tener "jazz"”.

Y todo esto, viene a cuento de que más o menos a finales de este año, una de mis nenas favoritas, Sylvia, me va a convertir en tío a mis ya veintiocho arañazos aun sin desgastar. Y es que la churumela que va a tener, va poder fardar desde el primer segundo de su vida… de tener “blue”… de tener “jazz” corriendo por sus venas, gracias al Kind of Blue que un servidor piensa poner entre sus manos, eso sí, espero que a cambio de una sonrisa endiablada de eterno agradecimiento.

“Kind of Blue es un momento definitivo en la música del siglo XX”.


Escuchando Freddie Freeloader de Miles Davis

martes, 15 de mayo de 2007

Kamikazes enamorados: entrega nº 4

Quique González se reconcilió con su propia ciudad escribiendo esta canción sobria y sosegada, donde lo más destacado sin ninguna duda es la intervención de Rebeca Jiménez, que hace gala de una voz preciosa, algodonal y suave. Aguardo impaciente que edite un disco en solitario para deleitarme con su delicada entonación. Me parece una de las mejores cosas de "Kamikazes". Musicalmente, sigue el destello de los anteriores cortes, con un predominio del piano, el pedal steel y la guitarra acústica.


"Calles de Madrid, no me esperaban,
vientos de poniente junto a Jimmy Page.
Tienen que vestir telas de plata,
negritas sin hacerse oír..."

lunes, 7 de mayo de 2007

Veintiocho

El veintiocho (28) es el número natural que sigue al 27 y precede al 29. El 28 es un número compuesto, que tiene los siguientes factores propios: 1, 2, 4, 7 y 14. Como la suma de sus factores es 28, se trata de un número perfecto; concretamente el segundo, después del 6 y antes del 496. El 28 es el séptimo número triangular, después del 27 y antes del 36. Febrero, el mes más corto en el calendario gregoriano, tiene 28 días en años no bisiestos. Hay 28 fichas en el juego del dominó. Esto se debe a que es un número triangular. Los alfabetos danés y sueco tienen 28 letras...

Otro 7 de mayo más, 28 arañazos de piel roja ya, y con la misma jodida sensación de que todo sigue igual...Eso sí, que me quiten lo bailao este último año: he visto al Flaco por triplicao, al Pájaro Mojado por primera vez y dos veces a falta de una, a Josele, a Elliott Murphy...y he tenido la suerte de compartir escenario, dos veces con el alfarero del viento, junto a mis camaradas de Territorio Comanche.

Esperemos que doxe nun ano, todo siga por lo menos igual...


Escuchando Fast train de Van Morrison.

sábado, 5 de mayo de 2007

Pequeñas Obras Maestras (Abril)



  • Soy Un Ser Humano - Los Enemigos - Obras Escondidas

  • Runaway Train - Soul Asylum - Grave Dancers Union

  • J'ai Deux Amours -Madeleine Peyroux - Careless Love

  • What's Going Go - The Dirty Dozen Brass Band - What's Going Go

  • What A Wonderful World - Louis Armstrong - What A Wonderful World

  • 16 Shells From A Thirty-Ought-Six - Tom Waits - Swordfishtrombones

jueves, 3 de mayo de 2007

Fila 15...



...butacas 46, 48, 50... Multiusos Fontes do Sar - Santiago de Compostela

VAN MORRISON - 19 de mayo de 2007



Otro más para la saca...