viernes, 18 de mayo de 2007

Kind of Blue

Debió ser en octubre del año 2003, recién diplomado, cuando tras la insistencia del jodido pez espada, entré en Peggy Records, dispuesto a darme un chapuzón en esa música endiablada que nació allá por el año 1916 en el Schiller’s Café de Chicago. Le pregunte al dueño que disco me recomendaba, ya que nunca me había parado a escuchar esta música con el detenimiento que se merece, y era el primer disco que me compraba de jazz. El se dirigió hacía un estante sin mediarme palabra, cogió un cd, se dio la vuelta y me dijo –llévate este (tenía entre sus manos el Kind of Blue), y si en un par de semanas no te convence me lo devuelves, pero te advierto que si no te gusta este disco, mejor que abandones este barco-. Desde estas líneas, quiero agradecerselo nuevamente al pez espada, y bendecir el día en que salí de Peggy Records con el Kind of Blue entre mis manos.

He leído y requeteleído que es uno de los discos más importantes de la música, el disco más importante del jazz, críticas que te dejan sin palabras... Lo único que puedo decir de este disco, es que te engancha a la primera, que no te aburres de escuchar, que puedes pasarte una noche entera escuchándolo una y otra vez acompañado de una cajetilla de winston y una botellita de Jack Daniel's. Y que probablemente todas esas críticas que te dejan sin palabras, habrías matado por firmalas tú.

Y me he preguntado también, porque es tan importante este disco en la historia de la música, y hace un par de meses encontré una respuesta que me gustó… y mucho, “Más allá de ser la constatación del Cool Jazz. Más allá de ser el disco más vendido en la historia del jazz. Más allá de que, por primera vez, aparecieran todos los nombres de los músicos en la portada. Más allá de todo esto, expresa a la perfección el tipo de azul que hay dentro del jazz. Una escucha el disco y pasa por todos los estados de ánimo que han rodeado al maravilloso mundo del jazz. Y es que, el jazz, es mucho más que un tipo de música, es mucho más que un tipo de azul. Se tiene, o no se tiene. Al final de todo, se trata de eso, de tener o no tener "blue", de tener o no tener "jazz"”.

Y todo esto, viene a cuento de que más o menos a finales de este año, una de mis nenas favoritas, Sylvia, me va a convertir en tío a mis ya veintiocho arañazos aun sin desgastar. Y es que la churumela que va a tener, va poder fardar desde el primer segundo de su vida… de tener “blue”… de tener “jazz” corriendo por sus venas, gracias al Kind of Blue que un servidor piensa poner entre sus manos, eso sí, espero que a cambio de una sonrisa endiablada de eterno agradecimiento.

“Kind of Blue es un momento definitivo en la música del siglo XX”.


Escuchando Freddie Freeloader de Miles Davis

2 comentarios:

Olvido A. dijo...

Muchas gracias por la parte que me toca. Tú tienes blue, no lo dudes. Y lo tendrá también tu sobrina. Felicidades.

Anónimo dijo...

"Algo fluye, cuando creemos que ya nada se agita.
Obliga al dolorido músculo del corazón
y al cerrado hueso de la mente
a comer y beber, aún dentro de sus celdas.
Es una fuerza que nos lleva rudamente de la mano
e inventa un camino de color insólito,
por donde huimos desnudos de los ciegos.
Obediente, ella agitará los párpados de los muertos
y hará huir a la mosca-heraldo, que espera paciente,
colgada de la gula.
Colgará de nuevo el sol, cuando la luna caiga.
Podremos verla latir en medio de nuestras negras sombras,
aún cuando boquiabiertos, observemos día a día
pasar nuestros propios funerales.
Algo fluye cuando ya nada se agita.
Por su gracia habrá fruto en las flores marchitas
(su magia gruñirá en la vértebra)
lanzará por el aire ancianos y guadañas con pasos de diluvio;
nuestras jóvenes canas se ennegrecen,
ante el silbato de plata besado a último momento
con manos temblorosas que arrojan al viento de los lechos.
Y cuando nuestros pálidos huesos
den fuerza y vigor a las margaritas, aún palpitarán
desde la tumba.
Porque algo fluye, cuando creemos que ya nada se agita."

Que pases unha semana tranquila.

Será unha churumela bonitísima!!
Sonia.