jueves, 15 de febrero de 2007

Conciertos en los que habría matado por estar (I)

Al igual que un compañero del Territorio Comanche, acerca del concierto que en extensas líneas, se va a leer más abajo, habría vendido si hiciera falta a mi madre o incluso habría matado por haber estado en el. El caso, es que a día de hoy, me tengo que conformar con trillar todos sus discos en mi emepetres, y recordar como un gran día, el pasado 31 de marzo de 2006, en el que, con la inestimable colobaración de mi TDI, un servidor y un proyecto de inigualable periodista, nos plantamos en A Estrada, para presenciar por cinco ouros, al Señor Louris. Es probable que no los podamos ver en directo, ya que la separación de La Mejor Banda Desconocida Del Mundo, se hizó definitiva el año pasado, pero como se dice, soñar es gratis, y seguiré soñando con el día, en el que esta banda se reuna de nuevo, para ajustar cuentas con los que, como mis colegas del Territorio Comanche y yo, no pudimos disfrutarlos en directo.

Perdón por el exceso de líneas, que viene a continuación, pero creo que merecen la pena.
Santiago de Compostela
Sala Capitol 27 marzo de 2004

Había una gran expectación por presenciar la primera actuación de The Jayhawks en la capital gallega, y podemos decir que cumplieron con creces las mejores expectativas. Después de una pequeña gira acústica y de su actuación en el Azkena en septiembre del pasado año, Gary Louris y los suyos volvían a nuestro país para seguir presentando su aclamado último trabajo “Rainy Day Music”, y lo que ofrecieron en la amplia sala Capitol de Compostela será difícil de olvidar. Si bien es cierto que su trayectoria en los últimos años ha sido algo irregular, en cualquiera de sus trabajos encontramos grandes canciones, y el éxito de crítica y público que están conociendo es fruto de años de trabajo y perseverancia, desde su aparición en el underground a finales de los años 80 como pioneros del mal llamado country alternativo a su consolidación como grupo de culto con trabajos tan especiales como “Hollywood Town Hall” o el soberbio “Tomorrow the Green Grass”. Tras la deserción de Mark Olson, y diversas entradas y salidas de componentes en sus filas, Jayhawks demuestran estar en su mejor momento en directo, y con el paso de los años han ido forjando un repertorio lleno de clásicos, por el que muchas bandas matarían.
La sala Capitol presentaba un lleno absoluto, congregando alli a casi ochocientas personas, por lo que se intuía que la noche iba a ser algo grande. El encargados de calentar motores era el antaño guitarrista de The Jayhawks en los álbumes “Sound of Lies” y “Smile”, Kraig Jarret Johnson que venía acompañado de su banda The Program. Ofrecieron unos cuarenta minutos de country rock, por momentos cercano al power pop, cumpliendo perfectamente su función de abrir la noche. Pese a que sus canciones no son nada del otro mundo, Kraig Jarret y su banda comenzaron a animar al numeroso público y dejaron constancia de su saber hacer sobre las tablas.

Pero las estrellas eran, evidentemente The Jayhawks. Pasadas las once de la noche, con el Capitol abarrotado hasta la platea, y tras una espera de casi media hora que a algunos se nos hizo interminable, salió a escena un Gary Louris afable y sonriente, respaldado por Tim O’ Reagan, el ex guitarrista de The Long Ryders Steve McCarthy y el bajista Marc Perlman, y la multitud enloqueció. Comenzaron su actuación con dos gemas de su último trabajo, el sosegado “Stumbling through the dark” y “Angelyne”, coreados hasta el final por los asistentes. Un aspecto que dice mucho de la calidad de “Rainy Day Music” es el hecho de que los temas nuevos que en teoría presentan en esta gira suenan absolutamente a clásicos dentro de su repertorio, y no creo que me equivoque al afirmar que podrían conformar el grueso de sus actuaciones durante los próximos años. Tras este comienzo, la actuación fue un viaje por todos sus trabajos, recuperando “What Led me to this town” del polémico “Smile”, o “Think about it” del que fue su mayor fracaso en ventas, el disco “Sound of Lies”, y rescatando “Clouds”, de “Hollywood Town Hall”. Hubo tiempo para un bloque semi acústico a mitad de actuación, en la que Kraig Jarret Johnson volvió a subir al escenario para interpretar junto a Louris “Two Hearts”, tras la que Tim O’
Reagan cantó la sensacional “Tampa to Tulsa”.

A partir de ahí, fueron sobre seguro, y con un sonido perfecto fueron intercalando los temas más sobresalientes de “Rainy Day Music” con sus clásicos más conocidos, sonaron “Eyes of Sarahjane”, “Save it for a rainy day” y un “Big Star” que sonó realmente rockero, con la distorsión al máximo y cantado hasta la extenuación por los asistentes. Hay que decir que a pesar de la descripción que siempre se ha hecho de Gary Louris como un tipo tímido y algo arisco, en Compostela se le vió en todo momento muy comunicativo con la audiencia, disfrutando sobre el escenario, bordando las partes vocales a la vez que interpretaba los temas con su armónica, con un entusiasmo y una convicción capaces de curar una enfermedad. El final, antes de los bises, fue una autentica fiesta, un publico entregado y emocionado, mostrando siempre un respeto absoluto hacia esas canciones que han cambiado las vidas de algunos de nosotros: “I’d run away”, “Waiting for the Sun”, “I’m gonna make you love me”, o la que para el que escribe estas líneas es su mejor composición, “Blue”, ante la que sencillamente sobran las palabras. Y como momento álgido de la velada, el que es su tema más conocido, la festiva lectura del “Bad Time” de Grand Funk Railroad, durante la cuál se llegó a oir más al público que a la propia banda.

Después de un parón volvieron para casi veinte minutos de bises, con el deta
lle curioso de que para ejecutar cada tema subía un miembro de la banda de Kraig Jarret Johnson sirviendo de acompañamiento a la guitarra. Hicieron un guiño a sus fans más veteranos rescatando “Settle down like rain”, interpretaron la hermosa “Tailspin” de su último disco, “Better days” de “Smile”, y el tema inédito que escribieron especialmente para sus fans españoles después de su primera gira por nuestro país, el divertido “Fools on Parade”. Y como colofón, una escena realmente entrañable, con las dos bandas al completo sobre las tablas para despedirse tocando “Until you came along” de Golden Smog, con la que se pone de manifiesto la amistad y el hermanamiento existentes entre estos dos grupos.
Después de casi dos horas de show, pusieron punto y final a su impecable actuación, con un público rendido a los pies de Gary Louris, quien tuvo que permanecer cinco minutos más en el escenario, con el puño en alto saludando a la emocionada audiencia, que no paraba de corear su nombre. Jayhawks dieron en Santiago una lección de rock honesto y sentido, la consolidación a nivel popular de una banda que durante más de diez años ha sabido lo que es arrastrarse por el barro, entre la incomprensión y las modas pasajeras que dominan la industria musical. Las bandas auténticas y la música de calidad como la de Jayhawks siempre permanece, y en esta gira están recogiendo los frutos de todo lo que han sembrado. Música para animar días lluviosos, corazones rotos y canciones para curar heridas, todo eso es la música de Jayhawks. Un sueño hecho realidad.

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