domingo, 22 de abril de 2007

Kamikazes Enamorados: entrega nº 3

El violín de Edu Ortega hace su primer acto de aparición, y de qué manera. Su continuo vaivén, la mandolina de Raya, y el piano de Basilio Martí ayudan a Quique a viajar en el tiempo para recordar su infancia, cada vez más lejana, y quizás así reconciliarse consigo mismo. Es una reacción muy frecuente refugiarse en la niñez para evadirse por unos instantes de los malos momentos. Aunque hay que tener cuidado con los recuerdos, son un arma de doble filo.


"Tú solías dibujar mansiones
sobre la colina en la autopista,
yo quería hacer volar aviones
en la fiesta de final de curso.
Después de Starsky y Hutch,
en la ferretería de la parte de atrás
hasta subir arriba."

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